lunes, 15 de octubre de 2012

La sed: fotopoemas


Diego, Óliver y Mariquina son Format c (http://formatc.org), un colectivo de antiguos alumnos que trabaja en la promoción de la fotografía y el videoarte. Presentan proyectos individuales poniéndose en contacto con artistas que trabajan en torno a una reflexión común conceptual. Proponen una palabra y luego se reúnen, celebran sus proyectos, los muestran en entornos como el pub El Zaguán o preparan exposiciones como la que se celebró el pasado curso en la Escuela de Arte o la que está a punto de inaugurarse en el Instituto Andaluz de la Juventud. Editan un fanzine que ha llegado a ferias editoriales importantes. 

Gracias a que ellos me redescubrieron la palabra "Sempiterno" pude pararme a pensar en qué era aquello que en mí duraría para siempre. En mis conversaciones con el agua, "La sed" es algo que no dejará de ir conmigo. Sed de conocimiento, de mundo, de letras e imágenes, y también de algo desconocido aunque intuido que, en el momento de realizar aquel proyecto, aún no había llegado a mi vida. 

Pensé el proyecto estructural y conceptualmente y me basé en un ensayo de estética literaria que en aquel momento estaba leyendo (y aún sigo, las palabras y los conceptos densos se asimilan despacio y con pausas): "El agua y los sueños", del filósofo Gastón Bachelard. Reflexionando sobre la sed encontré las copas con las que planteaba el ejercicio de iluminación a mis antiguos alumnos de Técnicas Fotográficas Aplicadas en 2º. Siempre me gustó la forma de esas copas, que unos antiguos inquilinos dejaron en mi casa olvidadas antes de la mudanza.

PROCESO DE EDICIÓN: 




Lo primero fue probar cómo quedaría técnicamente la idea que tenía en la cabeza. La hoja de libreta rayada, estaba clara, el texto manuscrito, también. Pensé rasgar, disponer esa hoja de mil maneras, aunque al final pensé que podría jugar con la copa derramando letras, idea que finalmente dejé atrás por no saber cómo realizarla. 

El texto tenía que resaltar, y me di cuenta que el bic azul no era el tipo de herramienta más adecuada para ello. Un Edding negro fue la opción escogida.

Los primeros ensayos de mezcla de imágenes también fueron "abocetados", no era momento de pararse a pulir el trabajo con Photoshop, sólo quería comprobar que la idea que tenía en la cabeza podía funcionar.

 Hice las primeras pruebas en mi casa, sobre el escritorio, con luz de flexo y muy poca corrección técnica, ya que hubiese necesitado trípode y baja velocidad de obturación para obtener lo que quería, pero sólo me interesaba el boceto. Descarté la iluminación "pobre" y decidí trabajar en el estudio. 


 Lo siguiente fue investigar la estética y descubrir cuál era el mejor tipo de luz para mi proyecto. Con las primeras pruebas en casa me encontré con un recurso casual que no había pensado: la sombra que la copa dejaba sobre el papel, y me gustó muchísimo. Conceptualmente reforzaba y aportaba.  


 Trabajé en estudio con luz continua (de relleno) y luego con luz de flash. Equilibré la intensidad y corregí los brillos (con mucha dificultad) con reflectores. Me decanté entre el blanco y el gris medio. Decidí que el frío era más afín a este proyecto que un matiz cálido. 

 Investigué formas y posiciones de una copa que quería reflejar las horas de lectura y escritura, el paso del tiempo, de una imagen a otra, de un poema a otro. 

Probé luego, en la selección digital, con varios encuadres.


ANÁLISIS CONCEPTUAL:


Bachelard habla en su libro de aguas claras primaverales, aguas profundas, aguas compuestas y aguas dulces, entre otras clasificaciones y análisis. Escogí estos tipos y seleccioné de mi portfolio algunas imágenes que representaran ese concepto de agua en mí, en mi trayectoria vital y en mi sed. Fueron las imágenes que mezclé con el vidrio de la copa, como si fueran líquido que cae de la misma o que queda prendido impregnándola, como si de un vino denso se tratase. 





 El resto de imágenes quedaron así: 




Si algo hay que no dejaba de fluir en mi saciando la sed de sensaciones en aquel momento eran las letras. Andaba en contacto con la Editorial "El Gaviero" (http://www.elgaviero.com) y descubrí su "Salamandria" (http://www.salamandria.com), una revista-objeto con todo el poder conceptual y el buen gusto estético que caracteriza a Ana y Pedro, sus creadores. Es por eso que se me ocurrió lo de crear poemas objeto( el trabajo de Chema Madoz y Joan Brossa, son mis referentes en este proyecto). 

Este proyecto ha tenido muchos soportes. Salió publicado en el número 2 de la revista de Format c. Formó parte de la exposición colectiva que Format c tuvo a bien regalarnos en forma de mosaico en el bajo del patio de la Escuela, dentro de la semana Work [in] progress, que acercó a alumnos, antiguos alumnos y emocionados docentes en torno a la fotografía y el diseño el curso pasado. 
Se proyectó en el Zaguán y queda a vuestra disposición en la web del colectivo en forma de vídeo, en el que mi amiga Marta Lamamié presta su voz como hilo conductor.

(http://formatc.org/post/19343446662/amanda-miler)  

Ahora espera ser impreso en el laboratorio Clorofila Digital (http://www.clorofiladigital.com) en soporte cristal y metacrilato, a modo de posavasos, en una edición limitada de tres ejemplares que aún queda pendiente de matizar acabados. No sé si será su formato definitivo. Aún ando explorando maneras de saciar la sed. 


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